La celebración del Día de la Bandera en México en este 2018 pasará a la historia porque fue izada al revés, durante la ceremonia oficial que encabezó por el presidente de México, Enrique Peña Nieto.
El escudo nacional estaba de cabeza y así lo evidenció a distancia el laurel que siempre le acompaña. No es la primera vez que algo así sucede en este sexenio: ya sea que se desprende la bandera, se cae o rasga. Y algo similar ha ocurrido también a nivel de estados y municipios y sin sanciones.
Si no hay respeto a nuestros símbolos patrios, en este caso la Bandera y el Escudo Nacional, ¿en dónde quedan su conocimiento, estima y veneración?, ¿el legado de nuestros héroes?
La preparación y cuidado de las ceremonias de tributo a nuestros emblemas nacionales no debería admitir descuidos, confusiones o errores. Dar cabida a susceptibilidades. A casualidades o coincidencias. Y menos a justificaciones.
Nuestros símbolos nacionales nos dan identidad; nos hace vivir el compromiso ciudadano y amor a la nación.
