Cuando una persona es reportada como desaparecida, sus amigos o pueden proporcionar una para que la policía pueda difundir, en caso de que sean reconocidas por un miembro del público. Sin embargo, cuando se trata de casos de personas que no fueron encontradas a largo plazo, las autoridades pueden tomar una imagen de la persona tal como era cuando desapareció, y luego usar efectos para añadirle edad con el fin de mostrar cómo su apariencia podría haber cambiado con el tiempo. Los resultados pueden ser extremadamente útiles, pero también sujetos a conjeturas imprecisas.
Eso es algo que un nuevo proyecto de investigación de la Universidad de Bradford en los Estados Unidos tiene como objetivo mejorar. Lo que los investigadores han desarrollado es un método para realizar más precisamente imágenes con envejecimiento facial, gracias a tecnología inteligente de aprendizaje de máquina.
El algoritmo desarrollado por el equipo capta la forma no lineal y las variaciones musculares de la cara humana como una forma de “aprender el patrón” del envejecimiento. Una vez dada una imagen, primero extrae la identidad de la persona y luego la asigna al patrón de envejecimiento que ha aprendido, modelando así una imagen realista progresada por la edad.
En esta prueba, los investigadores utilizaron el algoritmo para generar imágenes envejecidas de un niño llamado Ben Needham, que desapareció en la isla griega de Kos en 1991, cuando tenía sólo 21 meses de edad. Ellos creen que estas imágenes son más precisas que las utilizadas por la policía, basándose en lo bien que el algoritmo de IA ha funcionado en otras demostraciones.
