Cuando declaran un estado de contingencia ambiental, todos piensan que los más afectados son los dueños de los carros que esos días no circulan, pero en realidad quien más daño sufre es nuestro organismo.
La contaminación, afecta a nuestro cuerpo de muchas formas, los daños se manifiestan en forma de infecciones u otras enfermedades. Ya sea por la calidad del aire, la radiación solar o todo lo que complementa.
La contaminación ambiental en los ojos varía según la persona y depende del tipo de contaminantes que se presenten en ese momento como: Gases, smog y alérgenos (cosas que causan alergia).
La superficie ocular está directamente en contacto con el medio ambiente y es, por lo tanto, la más expuesta a los contaminantes.
Aunque todo el cumulo de ozono contaminado, protege de los rayos del sol, suele ser muy nocivo para las vías respiratorias. Incluso respirando en pequeñas cantidades, puede provocar lesiones a los pulmones.
También tenemos el monóxido de carbono, el cual nos perjudica porque es un gas que desplaza el oxígeno de la hemoglobina en la sangre. El dióxido de carbono, que es un irritante de las vías respiratorias y puede ocasionar problemas en los bronquios y final mente el nitrógeno que igual que el dióxido de carbono irrita y puede provocar lesiones en las vías respiratorias.
Los contaminantes pueden dañar tu sistema cardiovascular, el aire una vez inhalado, son absorbidos por la sangre y la transporta al corazón.
La piel es eso que nos protege de todo y en general suele ser muy resistente, pero con los años, esta se ve afectada y uno de los factores principales que atacan a nuestra piel son los niveles de contaminación.
