Con el funcionamiento de los almacenes graneleros de San Cristóbal de las Casas, Chiapas; y Atlacomulco, Estado de México, Diconsa inicia la recuperación de su infraestructura a gran escala, al sumar 43 mil toneladas en capacidad de almacenaje, recobrar su sentido social y convertirse en motor de las pequeñas economías agrícolas.
Ambos almacenes forman parte de la estrategia de la distribuidora para contar con una reserva nacional de granos que evite la escasez y la fluctuación descontrolada de precios, además de facilitar las compras sociales a los pequeños agricultores que habitan las zonas marginadas del país.
El primero de ellos, inaugurado en octubre de 2014 en San Cristóbal de las Casas, inició actividades para dar capacidad a 19 mil toneladas de maíz, con el que se surten más de dos mil tiendas comunitarias en Chiapas, lo que representa una muestra en la eficiencia de la operación de abasto.
El segundo, ubicado en el Parque Industrial de Atlacomulco, en el Estado de México en enero de 2015, cuenta con acceso a infraestructura ferroviaria y carretera, así como un clima frío con temperatura promedio de 13.8 grados centígrados, ideal para la conservación de granos.
Este almacén cuenta con cuatro silos con capacidad para almacenar 5 mil toneladas de maíz cada uno y, adicionalmente, posee una bodega para el depósito de cuatro toneladas más, que en total suman 24 mil toneladas de grano.
Con la operación de los dos almacenes graneleros, Diconsa garantiza una reserva estratégica de granos cuyos beneficios representan un ahorro en contratación de servicios de almacenamiento, fletes y maniobras, así como la optimización de logística para la conservación de granos.
