La Ecozona, esa región en la ciudad de Toluca que tendrá su casa aparte a partir del 21 de mayo —si antes no aparece algún decreto que la aplace o que la desaparezca—, será una zona restringida al tránsito de vehículos que hayan cumplido con la verificación vehicular.
Pero como por las avenidas de la Ecozona circulan taxis y autobuses que nunca han cumplido con esta obligación —o tienen años sin hacerlo—, el gobierno del estado ya ha autorizado que sean exentados del pago de la multa correspondiente y puedan verificar.
El asunto es que esta decisión establece un estado de excepción para los vehículos del transporte de pasajeros. Como muchas otras excepciones y tratos preferenciales que tienen.
Mientras, el propietario de un automóvil particular que no haya verificado —por la razón que sea—, tendrá que apoquinar su multa si es que quiere verificar y circular por el centro de la capital del estado de México.
Uno supone que un principio del llamado estado de derecho es que la ley es de aplicación universal… es decir, pareja.
Así que, ¿por qué no van pensando en las Secretarías del Medio Ambiente y de Movilidad en abrir un espacio de aquí al 20 de mayo para que todos los que tengan que verificar para circular en el centro de Toluca lo hagan, sin pagar ninguna clase de multa? Y que conste que mi verificación está vigente.
De este modo, los propietarios de automóviles no irían por ahí rezongando y mentando madres por el trato preferencial que reciben los concesionarios del transporte de pasajeros. Que, dicho sea de paso, no se lo merecen.
Que sea parejo, digo yo…
