Estas urnas son amigables con el medio ambiente

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Las arcas biodegradables están hechas de papel reciclado y grenetina o arena y grenetina,

Actualmente las funerarias ofrecen una nueva alternativa de “última morada” a quienes optan por ser cremados: las urnas biodegradables, una opción muy amigable con el medio ambiente.

 

Esta modalidad es buena elección para aquellas personas que desean que sus cenizas sean lanzadas al mar o esparcidas en la naturaleza, pues su petición será cumplida sin necesidad de contaminar o dañar un ecosistema, sobre todo en el caso de ríos, mares y océanos, en donde las urnas se convierten en basura.

 

Las arcas biodegradables están hechas de papel reciclado y grenetina o arena y grenetina, de tal suerte que flotan unos minutos y después caen al fondo marino para disolverse en un par de días, sin contaminar el ecosistema. Algunas otras están elaboradas con sal de roca de los Himalayas, la cual puede disolverse en menos de un día.

 

También existen las urnas biodegradables para tierra, las cuales son fabricadas con aglutinantes vegetales, arena, sustrato orgánico y fibra vegetal para que se disuelvan en el suelo a los tres meses de ser enterradas. Algunas de esas urnas tienen la opción de plantar un árbol directamente en las cenizas, pues contienen una semilla de pino o algún otro árbol o planta que se prefiera.

 

Esta industria está creciendo tanto, que incluso se ofrece el servicio de parques funerarios ecológicos. A diferencia de un panteón, los bosques o áreas naturales destinados para el descanso eterno de los fallecidos se convierten en un sitio en donde la vida se renueva: los deudos se sienten en contacto con su ser querido y con la naturaleza, y encuentran cierto consuelo gracias a la paz que los rodea.

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