Los accidentes de tráfico, ataques terroristas, violaciones y desastres naturales provocan estrés traumático en las personas involucradas, ocasionando daño a su salud mental y dejándolos vulnerables a otras enfermedades, así lo revela un estudio realizado en el Instituto de Neurociencias de la Universidad Autónoma de Barcelona en España.
Los investigadores descubrieron que esto se debe a que la expresión del gen fosfatasa 1f es una de las principales alteraciones que se producen tras la exposición a estrés traumático, modificando este gen encargado de regular la proteína Calcio calmodulina quinasa 2, que es fundamental para muchos procesos básicos del cuerpo humano tales como la memoria, el funcionamiento del corazón y las defensas inmunitarias.
En el estudio los científicos cometieron a ratones a estrés traumático y les inyectaron un glucocorticoide, en la primera hora posterior de ocurrido el evento, logrando prevenir la aparición de enfermedades psicológicas y evitando cambios en el gen fosfatasa 1f.
Este hallazgo abre la puerta al desarrollo de tratamientos dirigidos a regular las funciones del gen implicado.
