El análisis de patrones de comportamiento de animales, como las , las aves migratorias y algunas especies de peces, contribuye a generar estrategias de conservación y bienestar de la fauna, puntualizó la investigadora de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma del Estado de México, María de Lourdes Ruiz Gómez.
En el marco del seminario multidisciplinario que organiza este espacio universitario, con la finalidad de dar a conocer avances científicos en las áreas de biología, física, matemáticas y biotecnología detalló que en el reino animal se observan comportamientos similares a los humanos, que pueden responder a mecanismos evolutivos, pero también de adaptación a su entorno.
La integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) destacó que mediante el Laboratorio de Ecología y Conducta de la UAEM se establecen ambientes controlados, como la colocación de terrarios experimentales y se desarrollan diseños para conocer, por ejemplo, la resistencia y el tiempo que puede correr una lagartija, a partir de lo cual se puede inferir su capacidad para escapar de un depredador.
Asimismo, indicó, se lleva a cabo trabajo de campo y, a través de sensores de temperatura y humedad, se obtienen datos estadísticos para reportar la capacidad de adaptación de los vertebrados, como las aves migratorias.
Se busca, enfatizó María de Lourdes Ruiz Gómez, conocer cómo las especies enfrentan los cambios en el ambiente, a consecuencia de la actividad humana o bien, de la propia naturaleza.
A partir de estos trabajos, María de Lourdes Ruiz Gómez desarrolla investigación conjunta con instituciones de educación superior de otros países. Destaca la realizada con la Universidad de Kansas y el Instituto Erell, con los cuales se organizan cursos para que los estudiantes realicen prácticas en el extranjero.
Cabe mencionar que el objetivo de la línea de investigación sobre comportamiento animal es contribuir a una producción controlada que asegure el bienestar de animales en cautiverio y de importancia económica para la entidad, como la trucha arcoíris, sostuvo la investigadora de la Facultad de Ciencias de la UAEM.
