¿Hasta a dónde hemos llegado en materia de elecciones en México para el proceso federal de julio próximo? hasta lo más bajo.
Es decir, ya no es solo la oferta de candidatos a presidente y legisladores sino la boleta electoral.
Miles de mexicanos verán en la hoja de votación apodos como: “La Güereja”, “El Terrible”, “El mochilas”, “El cachetes” y los que se sumen, para identificar más rápidamente a candidatos. Algo parecido a elegir de chile, mole o pozole, como en una carta de restaurante típico mexicano.
Y aunque a este respecto, el Instituto Nacional Electoral dice en su defensa que es permisible por ley, el trasfondo es que se refuerza la acción de los actores políticos en México de subestimar a los votantes.
Lo peor de todo es que seguramente ni nos afecta ni beneficia, sino todo lo contrario. Incluso nos hallemos en el nivel más bajo.
