«No hay mal que por bien no venga», así parece reaccionar la cúpula de los panistas que después de la evidente derrota de su candidata en el estado, Josefina Vásquez Mota, ya quiere que se defina al candidato o candidata a la Presidencia de la República, que para no perder tiempo.
Eso de apresurar viene específicamente de Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón, que es la única panista que ha levantado la mano para ocupar Palacio Nacional, que en su caso sería por segunda vez.
O una de dos: los líderes panistas están urgidos de puestos de poder pues quieren ir de una elección a otra o ya se convencieron que la tienen difícil políticamente hablando pues al menos en el estado de México quedaron en último lugar en la pasada elección.
En el fondo, es posible que los panistas hayan aprendido una buena lección sobre su participación en el último proceso electoral y tal vez por eso vean una luz en el horizonte político-electoral, aquello de «no hay mal que por bien no venga». Aunque la pregunta es si ese bien es Margarita Zavala.
