Aparte de la ayuda que se requiere en medicinas, equipamiento y suministros médicos destinado a los afectados por el terremoto, se ha solicitado alimentos para los rescatistas y voluntarios quienes llevan horas buscando gente entre los escombros.
Y es de nuevo la sociedad civil la que se ha volcado a preparar tortas, sandwiches y otros alimentos. ¿Por qué en situaciones de desgracia no hacen acto de presencia las empresas de comida rápida?
Los mexicanos todos los días les hacemos el gasto en hamburguesas, pizzas, tacos, tortas, burritos, sopas y café. ¿Qué hace entonces que los franquiciatarios de comida rápida se hagan se la vista gorda?
Si quisieran, podrían apoyar con alimentos preparados y calientes para los rescatistas y voluntarios. Tienen los ingredientes, las técnicas de preparación, la envoltura y formas de distribución. Es cuestión de ayudar por ayudar o al menos de retribuir la preferencia y fidelidad de los mexicanos.
