Los automovilistas de esta ciudad capital a veces somos incongruentes, como en estos días. El gobierno municipal optó por cambiar de sentido algunas vialidades para aminorar el embotellamiento vehicular y con todo y que los señalamientos están evidentes en paredes y el piso, los pasamos de largo.
Hablo concretamente de la colonia El Seminario, donde a diario se venían haciendo largas filas de vehículos en horas pico porque la avenida principal, Laguna del Volcán, no se da abasto con el constante flujo vehicular proveniente del Sur de la ciudad.
Se cambió de sentido la calle paralela, Lanceros de Toluca, pero autos particulares y de carga transitan como antes. Lo mismo ocurre calles adentro en las que también se modificó el sentido de circulación.
Quejarse del tráfico de la ciudad y pedir la intervención de las autoridades es fácil; lo difícil es lograr que se tomen medidas y ahora, que como usuarios respetemos las nuevas disposiciones.
Si tenemos que cambiar de trayecto con tal de contribuir al mejor tránsito se vehículos, simplemente lo hacemos. Toluca no es un pueblo donde se pueda ir en todas direcciones; tampoco los que en ella vivimos somos una sociedad incivilizada.
La respuesta más rápida a nuestros problemas es la acción.
