Es sumamente recomendable iniciar programas de monitoreo poblacional de la cotorra argentina (Myiopsitta monachus) en los municipios de Toluca y Metepec, consideraron los especialistas del Centro de Investigación y Estudios Avanzados en Salud Animal (CIESA) de la Universidad Autónoma del Estado de México, Celene Salgado Miranda y Edgardo Soriano Vargas, quienes alertaron sobre el registro de una colonia de aproximadamente 40 de estas aves alimentándose en árboles frutales en los límites de estos municipios.
La cotorra argentina, puntualizaron los profesores e investigadores de la Autónoma mexiquense, es una especie exótica e invasora y es necesario determinar las causas de su establecimiento en esta zona, así como los posibles efectos en los ecosistemas de la región.
Advirtieron que la presencia de la cotorra argentina en el país y específicamente, en los municipios de Toluca y Metepec, que se encuentran a una altura de más de dos mil 700 metros sobre el nivel del mar, es quizá el registro altitudinal más alto para esta ave.
Sin duda, enfatizaron, la presencia de estas aves en zonas tan altas es resultado de su capacidad de adaptación y su presencia es consecuencia del abandono y liberaciones accidentales o intencionales de individuos provenientes del comercio internacional de mascotas, lo cual está contribuyendo a que su distribución se expanda.
Lo autores de un estudio al respecto, desarrollado en conjunto con Juan Pablo Medina y Jessica Mariana Sánchez Jasso, de la Dirección de Medio Ambiente y Servicios Públicos del Ayuntamiento de Toluca, subrayaron que no existen reportes en México de la presencia de esta especie a altitudes mayores a los dos mil 500 msnm.
La distribución nativa de la especie, refirieron Celene Salgado Miranda y Edgardo Soriano Vargas, comprende Bolivia, Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina, con distribución ampliada a Estados Unidos, Canadá, El Caribe y México; en tanto, el registro en los municipios de Toluca y Metepec implica expansiones en su distribución latitudinal y altitudinal.
