En medio de la modernidad tecnológica y la amplia competencia para captar usuarios de servicios financieros, los dueños de los bancos siguen con su sistema obsoleto de hacer colas en sus instalaciones para que los clientes realicen depósitos o retiros.
A esto se agrega la falta de personal en las ventanillas, en un promedio de cuatro personas para atender a otras 30 con una duración de 15 a 30 minutos.
Desde luego que ni tú no yo creemos que los banqueros y sus gerentes desconozcan cómo optimizar los servicios que ofrecen pues para cargar intereses, localizar deudores y embargar cuentas y bienes son rápidos y eficientes.
Pero si hacemos memoria esto ocurre especialmente desde 2013 cuando el Senado de la República aprobó medidas judiciales para que las instituciones bancarias y financieras puedan recuperar préstamos y evitar que se escondan los deudores.
Así que, lo que vivimos a diario en los bancos, y especialmente en quincenas, con fallas técnicas y empleados que no se dan abasto, va para largo, mientras se sigue evidenciando la tacañería de los banqueros en materia de servicios al cliente y la palmada de apoyo que en su momento recibieron de los senadores.
