Con el anuncio del repunte de suicidios entre adolescentes en el estado de México, podríamos hacer un alto como sociedad para reflexionar sobre lo que estamos haciendo mal. Y en este sentido, los expertos en salud mental advierten que entre las causas de los suicidios de los menores se halla la desatención por parte de padres y madres que, en ambos casos, hoy trabajan y pasan más tiempo en el lugar de trabajo que en casa.
Desde luego que la advertencia de los expertos en salud mental es de consideración pero también pongámonos a pensar en lo que subyace a nuestro ritmo actual de vida: trabajamos de más, en horario y número de empleos porque solo así el dinero no alcanza para satisfacer nuestras necesidades y deseos.
Sin embargo, detrás de nuestra situación laboral se halla una estructura o sistema económico, el capitalismo, que se caracteriza por la generación de riqueza a través de la producción. Esto es, lo importante es producir a bajo costo y generar utilidades. De este modo se da cabida a la explotación laboral que se manifiesta con el número de horas de trabajo, las actividades que se realizan y el monto y forma de pago o que, tengamos más de un trabajo.
El sistema capitalista es la explotación de unos a otros, según Vladimir Ilyich Lenin, expresidente ruso. Una explotación que parece alcanzar a nuestras familias e hijos con suicidios.
