Terminaron las clases en las universidades públicas y privadas del Valle de Toluca; incluso con ajustes al calendario escolar, para compensar las ausencias debido a los temblores de septiembre pasado.
Lo que sigue es el descanso para miles de estudiantes aunque decenas de ellos, carentes de compromiso por el estudio, deberán presentar exámenes extraordinarios para pasar, aunque sea con el puntaje mínimo, el semestre.
A nadie se obliga a estudiar y menos si es con la finalidad de agradar a alguien más; porque es lo que se espera de uno; debido a que se cree que tener una carrera es mejor que nada; demostrar que se puede o en respuesta a sentimientos de inferioridad.
La formación educativa sirve para enfrentar con mayor certeza e independencia la vida. En la universidad se aprenden conocimientos, herramientas de trabajo, pensamiento crítico y valores como la amistad, el trabajo en equipo, el esfuerzo y la disciplina. Asistir a la universidad es privilegio de pocos y con los privilegios viene la responsabilidad.
