Veneno de caracol marino sirve como analgésico

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El Conus regius es un pequeño caracol marino común del Mar Caribe que usa su veneno para matar a sus presas.

Científicos de la Universidad de Utah, en Estados Unidos, han encontrado un compuesto que bloquea el dolor dirigiéndose a una vía no asociada con los opioides y su investigación en roedores indica que los beneficios continúan mucho después de que el compuesto haya sido eliminado del cuerpo, como se informa en un artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.

 

La crisis de los opioides ha alcanzado proporciones epidémicas, ya que los opiáceos son altamente adictivos por lo que la comunidad médica necesita terapias alternativas que no dependan de las vías opioides para aliviar el dolor.

 

«La naturaleza ha desarrollado moléculas que son extremadamente sofisticadas y pueden tener aplicaciones inesperadas», señala uno de los investigadores del nuevo compuesto, Baldomero Olivera, profesor de Biología en la Universidad de Utah. «Estamos interesados en usar venenos para entender diferentes vías del sistema nervioso», añade.

 

Conus regius, un pequeño caracol marino común del Mar Caribe, está provisto de un veneno capaz de paralizar y matar a sus presas. En este estudio, los investigadores han descubierto que un compuesto aislado del veneno del caracol, Rg1A, actúa sobre una vía del dolor distinta a la que se dirigen los fármacos opiáceos.

 

Usando modelos de roedores, los científicos han demostrado que los receptores nicotínicos de acetilcolina (nAChR) Delta 9Delta 10 funcionan como un receptor de una vía del dolor y que RgIA4 es un compuesto eficaz para bloquear este receptor. La vía se suma a un pequeño número de caminos no opioideos que podrían desarrollarse para tratar el dolor crónico y curiosamente, la duración del alivio del dolor es larga, superando en gran medida la presencia del compuesto en el sistema del animal.

 

El compuesto funciona a través del cuerpo durante cuatro horas, pero los científicos descubrieron que los efectos beneficiosos van más allá de ese tiempo. «Encontramos que el compuesto aún estaba funcionando 72 horas después de la inyección, todavía evitando el dolor», resalta el científico J. Michael McIntosh, profesor de Psiquiatría en el Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad de Utah. La duración del resultado puede sugerir que el compuesto del caracol tiene un efecto restaurador sobre algunos componentes del sistema nervioso.

 

El siguiente paso de estos investigadores es realizar pruebas preclínicas para investigar la seguridad y efectividad de una nueva terapia con fármacos. Investigaciones anteriores habían demostrado que RgIA era eficaz en roedores, pero los científicos querían asegurarse de que tenían un compuesto que funcionaría en las personas.

*Agencia iD

 

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