A pesar de que la cebolla se caracteriza por el aroma fuerte, contiene propiedades medicinales y curativas.
Si sufres de resfriados puedes probar con una infusión de té y cebolla, comer cebolla cruda o tomar sopa de cebolla.
Para la tos, el aceite de cebolla al ser rico en componentes sulfurados y azufrados ayudan a expectorar y reducir la tos.
En el caso de la fiebre, colocar unas rebanadas en la planta del pie ayudan a reducirla.
Si sufres de otitis o dolores de odio, colocar el corazón de una cebolla en el pabellón auditivo ayudará a parar las infecciones del oído.
Ahora hablemos del acné, si sufres de espinillas o infecciones cutáneas, debes hervir leche entera y empapar una rebanada de pan blanco. Rallar una cebolla y mezclarla con el pan hasta que se haga una pasta. Limpiar la zona afectada y secarla, al termino aplicarás la pasta y deja que se seque durante un par de horas. Después sólo debes limpiar la zona con suficiente agua.
¿Ya habías escuchado estos remedios caseros? ¿conoces algunos otros?