Reprobable, marginación y desigualdad para pueblos indígenas

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Existe una desigualdad espacial en lo que era la región cultural tarahumara o rarámuri, que ha ido reduciendo su territorio ancestral para dar paso a una región económica dinamizada por el capitalismo, lo que llevó a una resistencia cultural durante mucho tiempo y exige respeto a su espacio ancestral, lleno de una gran historia cultural, aseguraron estudiantes de Geografía, al presentar en la Universidad Autónoma del Estado de México, el trabajo de investigación “Disputa entre espacios económicos y espacios simbólicos en la región tarahumara”.

UAEM
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Ante alumnos y académicos de las facultades de Geografía y Planeación Urbana y Regional de la Máxima Casa de Estudios mexiquense, Guadalupe Ávila Reyes explicó que su trabajo tuvo como objetivo analizar desde la Geografía, los procesos espaciales en la región tarahumara, que crean áreas en disputa,  así como las repercusiones que se manifiestan en las prácticas culturales.

La estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México expuso que en los años recientes los movimientos indígenas aumentaron de manera insostenible, como resultado de su organización y de sus acciones colectivas de resistencia, por lo que se han creado proyectos de reorganización social por la lucha continua de su territorio simbólico.

Sostuvo que la importancia de conocer los procesos territoriales presentes en espacios simbólicos como la región tarahumara, es porque México está conformado por una rica diversidad de pueblos indígenas con gran valor histórico y cultural, donde no se debe permitir que pasen más por la marginación y la desigualdad ante el resto de la sociedad.

Por tal motivo, señaló la universitaria, se hace un análisis espacial que nos aproxime desde una base teórica de la Geografía Crítica a problemas actuales donde analicemos a los diferentes actores sociales que transforman los espacios considerados como simbólicos, volviéndolos funcionales al capitalismo, espacios donde emergen por un lado, los procesos político-económicos y por otro, los procesos socio-culturales.

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