Para los organizadores de carreras atléticas la contingencia de la pandemia por COVID-19 ha traído pérdidas económicas considerables y pone en jaque incluso la supervivencia de algunos empresarios, ya que entre los gastos de inversión de acuerdo con algunos organizadores del Valle de Toluca, más la publicidad, patrocinadores, proveedores, y vendedores, la media de pérdidas por carrera oscila en los 3.5 millones de pesos, tomando en cuenta que depende de la cantidad de participantes, así lo comenta Gregory Vega, jefe de Marketing de RUNMKT
“De todos, haz de cuenta que por ejemplo yo estoy considerando también todo lo que me genera gastos en el evento, entonces por ejemplo, también el de la imprenta, tampoco está generando ingresos, el de los volantes, el de las lonas”
Cabe señalar que el número de personas de cada organización es diferente, al igual que su forma de emplearlos, mientras que algunas cuentan con personal base, al cual han costeado estos días su sueldo, otras funcionan con personal por evento; y en ocasiones con ambos tipos de empleados, quienes también se han visto afectados, al igual que los fabricantes de medallas, playeras y comerciantes de suvenires.
Durante este periodo, han tenido que alternar esta actividad con otras que les generen ingresos con la apertura de ciertas actividades, como en el caso de Felipe Suárez Director General de PAVIGUE, quien ya realizaba turismo deportivo y por el momento podría buscar la alternativa de mantenerse en esta actividad, aunque sea sin lo relacionado a alguna práctica deportiva.
“Es lamentable la pérdida del trabajo, principalmente lo que puedo seguir trabajando es el turismo como para ir a pasear, para ir a caminar, porque realmente eso implica llevar solo 30 o 40 personas”.
A pesar de la difícil situación, los empresarios coinciden en la confianza de que la actividad deportiva pueda retomarse a finales de año, para poder realizar eventos con nuevas medidas de salud para la protección de los corredores, así lo refiere Julio luna, Director de Capital Deportiva.
“La esperanza que tal vez, octubre, noviembre o diciembre ya se pueda algo, tal vez con un control, no desmedido”.