En lo que va de 2008, el crimen organizado dio muerte a balazos a 39 policías de los tres órdenes 
de gobierno en el Estado de México, 11 fueron judiciales, nueve de la Agencia de Seguridad Estatal, 11 municipales y ocho federales; además, el que se mantiene presumiblemente amenazado es Arturo Cuitláhuac Ortiz Lugo, director de Operaciones e Investigaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México.
El ex guardaespaldas de este funcionario, Nicolás Hernández Zúñiga, fue asesinado de 18 balazos calibre .380, hecho registrado afuera del domicilio ubicado en la calle Gloria, 135, de la colonia Unidad Victoria, en Toluca, donde estaba dentro de una patrulla tipo Interceptor, color negra.
Sobre el muerto, la delincuencia organizada dejó un mensaje: “Con la Familia de Michoacán no se juega, vayan haciendo el traje con el que quieran morir”.A este último se sumó otro que decía: “Las traiciones se pagan, sigues tu, Cuitláhuac y Pacheco de la PJEM, La Familia”, mismo que se halló a un costado de los cadáveres de Josué Guerrero García, efectivo activo de la Policía Federal Preventiva, adscrito en Acapulco, Guerrero, de Margarito Sergio Santillán Meneses, y el empresario Óscar Santana Gil, quienes quedaron en una camioneta Toyota, que estaba varada sobre las calles Colina y Cumbres, en Plazas de La Colina, municipio de Tlalnepantla.
Por otro lado, Víctor Rodrigo Solís Bernal, ex guarura del secretario General de Gobierno, Víctor Humberto Benítez Treviño, cayó baleado sobre las calles de Galileo Galilei casi esquina con Guillermo Marconi, en la colonia Científicos.
A excepción del resto de los crímenes, las investigaciones señalaron que su presunto victimario fue Alejandro García Galán, porque el occiso sostenía una relación sentimental con Norma Angélica Geminiano Montiel.
Se registró también el homicidio del comandante de la judicial Néstor Peña Sánchez, en la primera sección de la popular colonia El Seminario, en Toluca. El cadáver del adscrito a Villa Victoria, quedó boca arriba y sobre este pusieron una cartulina que decía: “Eso les pasa por no querer jalar con nosotros putos, para los que no creían, estamos aquí, La Muñeca, El Rufo y El Indio”.
También fue ajusticiado con una pistola calibre .45 el ex comandante de la PGJEM, Ángel Arellano Flores, quien se halló tendido debajo de un puesto de tamales y atole que se ubicaba en la calle Risco de la colonia Xalostoc, en Ecatepec.
