En México el 86 por ciento de los mexicanos asegura que profesa la religión católica pese a ello las autoridades y políticos se mantienen alejados, al menos en lo público, de las cuestiones de la fe, así lo reprochó el padre José Alejandro Solalinde Guerra, director del albergue «Hermanos en el Camino.
Al participar en el ciclo de Conferencias «Democracia y religión en México» desarrollado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el clérigo
cuestionó el papel que tiene la iglesia en la sociedad actual y su relación con los gobiernos.
Sostuvo que la postura que ha asumido esta institución ha sido más cercano al de una monarquía, por lo cual en gran medida se ha convertido en un poder fáctico y en pocas de las veces ha desempeñado su papel como una institución cercana a la gente.
«Quiero mucho a mi iglesia pero no me siento orgullo de ellas quiero mucho a mi iglesia y quiero a mis obispos pero no quiere decir que no haga una crítica de ellos es imposible no hacer una crítica si viven como faraones y príncipes».
En este sentido lanzó un mensaje de advertencia a la sociedad y clase política en México ante la próxima visita del papa Francisco, al advertirles que hablará fuerte en torno a las inequidades y abusos que prevalecen en el país muchas de ellas perpetuadas por las clases en el poder.
«Ahora que venga el Papa a México que se ha anunciado creo que va hablar fuerte este paso no se anda con consideraciones va hablar fuerte para el gobierno y va hablar fuerte para la Iglesia y la jerarquía pero también contra nosotros que somos parte de un sistema», advirtió.
Tema donde aseguró que actualmente esta institución vive momentos de transformación alentados por el sumo pontífice, los cuales determinarán sobre el futuro y vida de la Iglesia al buscar que regrese a sus preceptos primogenios de una institución pobre, servidora, y que camine con la gente y se deba a ellos.
«El Papa está pasando una situación muy difícil está solo y confrontado con los grupos en el poder están unidos contra el, y están en contra de todo lo que está haciendo, lo dice el Papa esto es muy fuerte su vida peligra», sentenció.