En México una de cada 10 personas tiene alguna discapacidad o en algún momento de su vida la experimentará, pese a ello en la infraestructura urbana prevalecen los pocos espacios de inclusión además de la falta de sensibilidad de la población en el trato hacia este sector.
En el marco del Día de las Personas con Discapacidad el equipo de Así Sucede salió a las calles para verificar que tan funcional es la infraestructura vial en el centro destinada a su movilidad, donde pese a existir en voz de las personas discapacitadas es deficiente y no cumple con su cometido.
Marco Antonio del Campo Reyes, presidente de la fundación Aryan Proyect de personas con discapacidad, señala que actualmente estas obras urbanas están rebasadas pues son poco previstas para darles oportunidades reales de movilidad.
Ya que prevalecen las rampas mal diseñadas con elevadas inclinaciones que dificultan el ascenso, o en su caso la rampa de inicio de una banqueta pero no la rampa de descenso.
Le sigue la falta de cuidado de los ciudadanos, reprocha,, acostumbrados a invadir rampas u ocupar sus espacios de estacionamiento, además de un sistema de transporte público excluyente.
Los casos más paradigmáticos de esta indiferencia, rechazo, y discriminación están presentes en los edificios públicos donde los elevadores dedicados, principalmente a este sector, son atiborrados por personas que simplemente no quieren subir las escaleras.
Contando con penosos ejemplos como la Legislatura del estado donde los elevadores no se cansan de subir y bajar personal para la increíble distancia de un piso, mismo escenario del palacio municipal donde el elevador inaugurado específicamente para esta población es usado indistintamente por cualquier persona.
De acuerdo con datos del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación Toluca, ciudad capital del estado de México, es uno de los espacios donde más se percibe la falta de aceptación a las minorías.
