Desde muy temprano cientos de fieles católicos, conmemoraron el jueves de Corpus Christi, festividad de la iglesia católica en honor al cuerpo y sangre de Jesucristo.
Esta celebración se lleva a cabo dos meses después de la Semana Santa; en México también se le conoce como el Día de las Mulas, de ahí que los niños mexiquenses cambiarán su tradicional atuendo por ropa de manta, vestidos de colores, trenzas con hilos en color naranja, rosa, verde y azul; mientras que los niños lucieron un cinturón en color rojo y huaraches.
La tradición de vestir a las niñas y niños de «inditos» surge de la urbe que acostumbraba a estrenar sus mejores atuendos en días de fiestas y bajaban al centro con sus mulitas adornadas y cargadas de mercaderías que vendían en las ferias, esta es la razón por la que también se regalan mulas en este día.
Aunque también el nombre del Día de las mulas, de una anécdota de la vida de San Antonio de Padua.
La celebración religiosa se realizó en la mayoría de las iglesias en punto de las 12:00 del día; en la Catedral de Toluca la eucaristía fue escuchada por pocos más de 500 personas, entre niños, padres de familia y adultos mayores.
