Ante la falta de una legislación y controles de calidad para el uso de cigarrillos electrónicos, el Instituto Mexiquense Contra las Adicciones (IMCA), impulsará la regulación de estos productos mismos que utilizan líquidos o yerbas que resultan ser tan tóxicos y adictivos como un cigarro, así lo dio a conocer el doctor José Edgar Naime Libién, director de este organismo en la entidad.
Al respecto, el doctor Gabriel O’Shea Cuevas, Secretario de Salud del Estado de México, reconoció los esfuerzos que lleva a cabo el IMCA para revertir el grave problema ocasionado por las adicciones y contribuir a generar mejores condiciones de salud y bienestar a los mexiquenses.
En ceremonia realizada en el Centro Universitario de Ixtlahuaca -en un marco de reflexión conmemorativo al Día Mundial Sin Tabaco y el Día Internacional de la Lucha Contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas-, se destacó la labor de vinculación con asociaciones civiles, académicos, profesionales de la salud y alumnos, a fin de disminuir los riesgos asociados al consumo de sustancias adictivas.
El doctor Naime Libién dijo que de acuerdo a estimaciones del sector salud a nivel nacional, actualmente hay casi 15 millones de fumadores, en su mayoría son varones, y que al año fallecen poco más de 49 mil personas por enfermedades asociadas al tabaquismo, es decir mueren 135 personas diariamente.
Enfatizó que “a fin de proteger a las generaciones presentes y futuras contra las consecuencias sanitarias, sociales, ambientales y económicas” se debe implementar el lema mundial de la campaña contra el uso y el tráfico de drogas: escuchar a los niños y jóvenes es el primer paso para ayudarlos a crecer sanos y seguros, como un elemento primordial para generarles bienestar.
Finalmente, recordó que tanto el tabaco como el uso y el tráfico ilícito de drogas, son de las mayores amenazas para la salud pública y frente a ello todos los sectores de la población, los medios de comunicación y las organizaciones de la sociedad civil deben hacer todo lo que esté dentro de su ámbito de responsabilidad para crear consciencia sobre el daño que causan y para ayudar a impedir a que haya personas que se beneficien con su uso.
