Que habitantes de Capultitlán se organicen para hacer un festejo a un bache porque cumple tres años sin haber sido tapado da risa pero de fondo es una expresión de hartazgo social y de agotamiento de recursos de la gente para llamar la atención de las autoridades municipales.
Y la muestra de que este acto surtió efecto es que ya el alcalde anunció obras inmediatas de reparación de la cinta asfáltica en calles de esa población típica toluqueña y altamente transitada.
Hoy por hoy, una de las razones que dieron al traste con la reelección de Fernando Zamora es precisamente los baches de la ciudad. Y es que el estado de las calles es un referente del lugar en que se vive pues habla de la imagen urbana y de calidad de vida.
A más de ello, el edil saliente prometió actuar con determinación en este asunto y la realidad es opuesta. Prometer no empobrece, dice el dicho, pero también hay otro que reza: “Obras son amores y no buenas razones”.
El alcalde de la ciudad parece dar patadas de ahogado reaccionando a meses de dejar su administración pero “La acción es lo único que tiene valor”: André Maurois.
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