A siete años de su inauguración, el Parque Metropolitano Bicentenario resiente el paso del tiempo y el descuido de sus administradores, pese a que se han introducido mejoras como la instalación de equipos de gimnasio al aire libre y ahora abre sus puertas de lunes a a domingo.
El abandono es visible en la zona de juegos infantiles así como en las instalaciones cel Centro de Cultura, que se han deteriorado por el mal uso de parte de los visitantes, pero también ante la indolencia de la administración a cargo de la Secretarías del Medio Ambiente y de Cultura frente al estado de algunas áreas del parque.
En el mismo momento del acceso es visible la negligencia, pues la fuente ubicada al costado de la entrada principal del parque ha dejado de funcionar. Lo mismo ocurre en las fuentes ubicadas en el lago artificial, específicamente en el surtidor ubicado en la parte sur del cuerpo de agua.
En las techumbres del Centro de Cultura de Toluca se advierte la maleza que ha crecido y acumulado durante esta temporada, con el riesgo de que genere daños estructurales.
También en las instalaciones del Centro de Cultura el estante del Programa Nacional de Salas de Lectura luce abandonado, con libros que muestran daños por su constante exposición al sol y, por lo tanto, el hecho de que no han sido sustituidos durante meses, con una alta probabilidad de que no hayan sido movidos ni utilizados.
En el área de juegos infantiles, además de la desaparición del piso de caucho con el que fue inaugurado, hay agujeros en el cemento en los puntos donde han sido desprendidos los juegos, debido al mal uso de parte de los usuarios, además de que estos aparatos están expuestos en el piso. También han desaparecido algunos implementos en algunos juegos de destreza, que lo mismo que en otros aparatos se ha omitido su reparación o mantenimiento.
Los mesa-bancos habilitados en distintos puntos del parque para la convivencia familiar también han sido objeto de actos vandalicos. Algunos de ellos lucen rotos, sin sillas y ostensiblemente descuidados.
