Por estos días en el Valle de Toluca todos (o la gran, gran mayoría) tenemos nuestra foto del Nevado de Toluca, la cuarta cumbre del país.
Y como este fin de semana se calcula que unas 60 mil personas visitaron la zona nevada, el número de estampas se multiplicará por varios miles. Las redes sociales son la muestra más fehaciente de la fascinación que causa el Xinantécatl haciéndole honor a su nombre de Nevado de Toluca.
A mí me gustan especialmente las tomas desde donde se puede ver completa la figura yacente de «El Señor Desnudo», como lo designaron los náhuatls. Si las han visto, porque no son tan comunes, saben a lo que me refiero. Así como es tan conocida la figura de «La Mujer Dormida» en el caso del Iztaccíhuatl, así es casi desconocida la imagen del «Señor Desnudo”.
El perfil del Xinantécatl que casi todos conocemos es el que se ve desde Toluca. Hay otros, por supuesto, incluyendo el que lo muestra desnudo y yacente.
Aunque las leyendas mazahuas aseguren que se trate de una mujer, convertida en volcán, y al Nguemore, cerro de Jocotitlán, como su pareja.
Pero poco reparamos en las leyendas y los orígenes del volcán cuando está nevado y domina el valle de Toluca con su resplandor blanco. Lo fotografiamos tantas veces como las que nos olvidamos de su preservación y cuidado.
