Hace unos 200 millones de años, en la Tierra había solo un enorme continente llamado Pangea. Durante ese tiempo, aparecieron los primeros dinosaurios. Con ellos coexistieron, entre otras, unas fascinantes criaturas llamadas dicinodontes, unos reptiles antecesores de todos los mamíferos, incluido el ser humano. Estos cuadrúpedos desdentados, que vagaban por el mundo comiendo plantas, no tenían tamaños muy llamativos.
Eso es lo que se creía hasta ahora, porque un grupo de investigadores dirigido por la Universidad de Upsala (Suecia) ha descubierto al más grande de todos ellos: un dicinodonte talla XXL que ya ha pasado a formar parte del grupo de los colosos del Triásico.
La bestia, llamada Lisowicia bojani, tenía el tamaño de un elefante moderno: 4,5 metros de largo, 2,6 de altura y 9 toneladas de peso, lo que lo hace un 40 por ciento más grande que cualquier otro dicinodonte moderno. Su descubrimiento, dado a conocer en la revista”Science”, ha revocado la idea de que los dinosaurios eran los únicos herbívoros gigantes de la época. Estos gigantes coexistieron con los más conocidos dinosaurios saurópodos de cuello largo como el Diplodocus o el Brachiosaurus.
El análisis de los huesos de las extremidades mostró que la criatura tenía un crecimiento rápido, como un mamífero o un dinosaurio. “El descubrimiento de Lisowicia cambia nuestras ideas sobre la historia más reciente de los dicinodontes, los parientes triásicos de los mamíferos. También plantea muchas más preguntas sobre qué es lo que realmente les hizo a ellos y a los dinosaurios tan grandes”, dice Tomasz Sulej, de la Academia Polaca de Ciencias y coautor del estudio.
Además, el animal tenía las patas delanteras erguidas, lo que sugiere una postura similar a la que tienen grandes mamíferos modernos como el rinoceronte o el hipopótamo. Hasta ahora, se creía que los dicinodontes marchaban como los reptiles. Pero, ¿por qué era tan grande? “¡Esa es una muy buena pregunta! No lo sabemos, pero tenemos dos hipótesis: una, que sea por una presión selectiva, como protección frente a los grandes depredadores; y dos, para conservar más energía”, señala a ABC Grzegorz Niedzwiedzki, de la Universidad de Upsala. “Los científicos aún no tienen una buena explicación de por qué las formas gigantescas aparecen en diferentes líneas evolutivas. Es difícil determinar qué es lo que realmente ‘favorece’ la evolución de los tamaños grandes. Me temo que en el proceso de evolución hay más fenómenos probabilísticos de lo que imaginamos”, señala.
Desde que aparecieron los primeros fósiles en 2005, en Lisowice se han recolectado más de 1.000 huesos enteros y fragmentos, incluidos los del nuevo gigante. La zona pudo ser un depósito fluvial durante el Triásico Tardío. Estos hallazgos son además los primeros de dicinodontes de esa época en Europa, lo que pone en tela de juicio de que estas criaturas estaban geográficamente restringidas. Niedzwiedzki cree que Lisowicia representa una de las últimas especies de dicinodontes de la Tierra. Probablemente estos animales se extinguieron al final del Triásico como resultado del drástico cambio climático.
Fuente: abc.es/ciencia