Confirmar la información

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Vaya con la escena del fin de semana entre políticos y periodistas, o mejor dicho, políticos y periodistas militantes.

La difusión de información a través de Twitter en la que se hicieron acusaciones de abuso de poder en contra del director del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, Jenaro Villamil, exhibió la irresponsabilidad de unos y otros con sus descalificaciones.

No se preocuparon de verificar la información y una vez que usuarios de la red les hicieron notar su error, optaron por pedir perdón y argüir a que saben reconocer cuando se equivocan.

Obviamente, pedir perdón es bueno pero insuficiente cuando, tratándose de políticos —en este caso el expediente Calderón— y periodistas —López Dóriga— pues su deber es investigar el origen de lo que pretenden hacer público lo mismo que las opiniones que las acompañarán. 

Ambas partes tienen la capacidad de conocer la raíz y propósito de las informaciones; que no quieran averiguar o indagar es otra cosa. Es como el que habla por hablar: sin tener la certeza, temor y respeto irrestricto a la verdad.

Escucha el comentario editorial de Patricia Maldonado:

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