De manera histórica, el miércoles de la semana entrante, es decir, el 15 de mayo, inicia la temporada de lluvias, misma que terminará el 30 de noviembre, mientras que la temporada de ciclones y huracanes comienzan a formarse a partir del 1 de junio en el Océano Atlántico, Golfo de México y Mar Caribe, fenómenos naturales que afectarán al país y por consecuente al estado de México.
También de forma histórica, el Atlas de Riesgo de este estado señala que, en las cuencas de Lerma, Balsas y Pánuco, se localizan 28 municipios mexiquenses, con 100 puntos de riesgo, donde habitan en promedio 16 mil personas que están expuestas a encharcamientos e inundaciones en zonas urbanas y rurales, granizadas intensas o deslizamientos de tierra.
Por lo que las autoridades de Protección Civil recomiendan a la población en general contar con un botiquín de primeros auxilios, documentos oficiales que pueden ser protegidos en recipientes o bolsas de plástico para evitar se dañen, prevenir la medicina de algún familiar que esté en tratamiento médico y no tirar basura en la vía pública o en los cuerpos de agua para evitar taponamientos.
Y es que en causes o cuerpos de agua a cielo abierto, la gente suele tirar todo tipo de desperdicios, como colchones, muebles, llantas viejas y cadáveres de animales, lo cual, ante una lluvia considerable, puede provocar desbordamientos de los cauces afectando a la ciudadanía.
En este sentido, el geógrafo de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Carlos Constantino Morales Méndez, indicó que los fuertes vientos que se han presentado en el Valle de Toluca, disminuirán ante las primeras lluvias de este mes de mayo, “cuando comienzan las primeras lluvias, entonces estas lluvias comienzan a refrescar el ambiente, las celdas de alta presión disminuyen y en esta época, los vientos disminuyen tanto en su dirección como en su velocidad”.
