Este jueves se cumplieron dos años de los sismos del 19 de septiembre de 2017 y 34 años de los sismos de 1985.
Mucho ha cambiado nuestra cultura de la Protección Civil y, al mismo tiempo, poco hemos cambiado en nuestras actitudes frente al riesgo.
Está pendiente la reconstrucción, puesto que sólo se registra un avance del 26 por ciento.
Pero un pendiente mayor es erradicar riesgos más allá de los que son producto de las fuerzas de la naturaleza.
Seguimos construyendo casas a la ribera de los ríos, presas, lagos o lagunas. También en las laderas de los cerros.
Y cuando sucede la tragedia, es doña naturaleza la responsable, no quienes permitieron que se construyera en zona de riesgo.
Evitamos el cumplimiento de normas mínimas en lugares de afluencia masiva de personas.
Y entonces es la víctima la responsable, por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado.
Hay mucho que hacer en materia de protección civil. Empezando por educarnos mejor.