Carne hecha con plantas, la tecnología detrás de las hamburguesas veganas

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El I+D+i ha llegado a las cocinas y las cocinas han traspasado las puertas de los laboratorios. En esta ocasión, no hablamos de nitrógeno líquido, ni deconstrucción de tortillas de patatas, la innovación se abre hueco entre fogones con carne creada con plantas, esto de acuerdo con el portal, Agencia ID.

La alternativa ecológica a la carne está elaborada en laboratorios a partir de soja, aceite de girasol y de coco (Foto: Especial).

La bizarra idea goza de muchos adeptos en Estados Unidos. Beyond Meat ha desatado la locura con sus hamburguesas creadas a partir de plantas incluso le ha llevado a saltar al parqué. El mismo camino ha tomado Impossible Foods, pero ha redoblado su apuesta.

Con sede en Redwood City en California (Estados Unidos), Impossible Foods tiene sus cuarteles generales. Los laboratorios que dan forma a los planes de Patrick Brown.

Este profesor emérito de bioquímica de Standford es el responsable de una de las fiebres que se ha desatado por Estados Unidos: las hamburguesas sin carne. Un trampantojo culinario que una vez hincado el diente sorprende, ya que si uno no lee los ingredientes desconoce la composición de la hamburguesa. “Es un poco de biología molecular”, explica Dennis Woodside, presidente de Impossible Foods.

En 2009, Brown se tomó un año sabático de 18 meses donde consideró cómo pasar el resto de su carrera. En su retiro decidió que el mayor problema ambiental del mundo y el problema en el que podía tener el mayor impacto era el uso de animales para producir alimentos. “Nuestro objetivo global es reemplazar la comida animal”, asegura Brown en Las Vegas.

Comenzó a reclutar un pequeño equipo de científicos para determinar con precisión por qué la carne huele, se maneja, cocina y sabe a carne. “Ha tomado ocho años de investigación para llegar a ese punto”, puntualiza Woodside.

La alternativa ecológica a la carne está elaborada en laboratorios a partir de soja, aceite de girasol y de coco. A ello se le suma una serie de aminoácidos, vitaminas y azúcares y hierro.

Sin embargo, la clave, destaca Woodside, “está a nivel molecular y eso Pat ha sido el pionero”. El éxito radica en el sabor, “el cliente lo que adora es el sabor” y este llega por la hemoglobina.

En el laboratorio, Brown ha encontrado la receta mágica en las raíces de trébol que mezclado con el resto de ingredientes dan como resultado las hamburguesas imposibles.

Cuentan con una larga lista de componentes, pero las creaciones de Beyond Meat y The Impossible Burger llegando a 17 mil restaurantes en los Estados Unidos, Hong Kong, Singapur y Macao, y puntos de venta minorista como Wegmans y Gelson’s.

Tiene un 40 por ciento menos de calorías que la carne, un 60 % menos de grasa y cero colesterol”, recuerda Brown.

A finales de diciembre, el Centro para la Seguridad Alimentaria, un grupo de vigilancia que se opone a los alimentos genéticamente modificados, pidió a la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos que retirara estos productos el citando preocupaciones de seguridad debido al uso de hemo genéticamente modificado.

“La FDA también ha reconocido varias veces que las rigurosas pruebas de seguridad de Impossible Foods cumplen o exceden los requisitos federales extensos”, asegura la compañía estadounidense.

El salto fuera del mercado estadounidense ya se ha producido con la venta en Hong Kong y Singapur y «tenemos planes de lanzarnos en otros países que solicitarán la aprobación de la normativa en la UE y en China”, anuncia Woodside.

Entre sus planes está España “tan pronto como podamos”. El mercado nacional ya cuenta con una incursión de este tipo gracias a la alianza de Burger King con Unilever. “No puedo dar cifras exactas, pero está yendo muy bien”, narra a este periódico Fernando Machado, director de marketing global de Burger King.

Para 2020, Impossible Foods ha vuelto al CES por segunda vez para presentar su alternativa a la carne de cerdo donde asegura que se puede producir incluso chorizo. “No hay razón para que en los próximos 20 o 30 años tengamos que comer carne obteniendo nuestras proteínas de animales”, apunta el presidente de la compañía.

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