Un científico mexicano desarrolló un dispositivo que puede ser implantado a nivel subcutáneo en personas de la tercera edad a fin de realizar en tiempo real el monitoreo de variantes vitales y enviar señales de alerta ante una posible situación comprometedora.
El desarrollo fue realizado por el doctor Mario Alberto García Ramírez, investigador del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías de la Universidad de Guadalajara, en colaboración con la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
Dado que diabetes e hipertensión son las principales enfermedades que aquejan a los adultos mayores, el dispositivo podrá registrar las variaciones de glucosa en sangre y del ritmo cardiaco con la posibilidad de reconocer alguna anomalía. Pero no son los únicos signos que el aparato reconocerá.
“El dispositivo puede comunicarse directamente con un teléfono celular y de acuerdo con la información que registre, éste enviará una señal a un cuerpo de rescate cercano con la indicación de atender de inmediato algo que puede derivar en un problema grave”, explica el doctor García Ramírez, quien colabora con diversas universidades en Inglaterra, Austria, China, Japón y México.
El especialista en nanoelectrónica y física de estado sólido ejemplifica al referir que si el adulto mayor registrara una variación en su algunos de sus niveles como colesterol, glucosa o baja de canal de sodio puede producir alteraciones neurológicas que puede llegar a significar una insuficiencia renal o cardiaca en las próximas horas. En una etapa temprana, la primera señal del aparato llegará a un paramédico que brindará atención y dará seguimiento al monitoreo en las próximas horas. Pero de haber una nueva anomalía llamará a una ambulancia que la conducirá a un hospital o centro de salud para brindarle atención.
El dispositivo mide cinco milímetros de ancho por uno centímetro y medio de largo; en su superficie estarán todos los sensores que registrarán las variantes en el cuerpo humano. Se introducirá mediante cirugía entre cúbito y radio, en las personas mayores, y en la espalda en los más jóvenes.
“Actualmente estamos desarrollando un microcontrolador, el sistema de comunicaciones y los sensores que se implementarán en las personas. Cabe destacar que el diseño de los sensores no ha sido fácil, pues se han buscado materiales que no rechace el cuerpo humano así como la simulación de los materiales y su comportamiento dentro del mismo.
“Una de las opciones que estamos considerando para que el dispositivo envíe la señal es que de la piel humana destaque una microscópica antena que envíe la señal vía bluetooth”, destaca el doctor García Ramírez.
En el trabajo científico se han integrado tanto el trabajo de ingenieros eléctronicos como el de biómédicos y otros especialistas. Uno de los aportes fue realizado por la doctora Fabiola Leyva Mendivil, mexicana que desde la Universidad de Southampton, en Gran Bretaña, estudió las diversas condiciones que tiene la piel al movimiento, contacto y presión para la adaptación de los sensores. En referencia con el tipo de materiales compatibles con el cuerpo humano, la doctora Oxana Vasilievna Kharissova de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la UANL ha sido de gran ayuda en su desarrollo.
Finalmente, el doctor García Ramírez aclara que no hay dispositivos en el mundo que brinden las opciones que ofrece el desarrollo mexicano. “Estamos protegidos por derecho industrial en el diseño de sensores, el proceso de fabricación, el material del sensor, el tipo de funcionalización del dispositivo. No es de nuestro interés las patentes porque al caducar son libres, pero el secreto industrial brinda mejores condiciones”.