Derivado de las relaciones de una familia disfuncional, jóvenes mexiquenses padecen de soledad, por lo que sé dan a la tarea de buscan grupos en donde sean aceptados, aunque éstos sean delictivos o cercanos a las drogas, reconoció Javier Villegas López, psicólogo de la Facultad de Ciencias de Conducta de la UAEM.