Dicen que no hay que ser pesimistas pero tampoco muy optimistas. Lo digo porque un sector que ya empieza a verse afectado por el tema de la pandemia del COVID-19 es la Industria papelera y de textiles. Si las autoridades de la Secretaría de Educación Pública en los estados deciden posponer hasta enero el siguiente regreso presencial a clases no se requerirá la venta y compra de libretas tanto como de libros en ediciones especiales.
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Asimismo, quedará de lado la adquisición de camisas, blusas, suéteres, faldas, pantalones, pants, zapatos escolares y tenis. Habitualmente, por estos días, ya estaríamos inmersos en la compra de útiles escolares para el regreso a clases, con ferias y otros eventos especiales, así como adelantándonos al apartado de uniformes que genera ganancias en millones de pesos a los productores.
El panorama es sombrío. El segundo periodo de mayor venta del año pasará de ser un agosto a una cuesta.
