Durante el tiempo que duró el confinamiento por COVID-19 en el estado de México, la red de centros de asistencia social del DIF estado de México, recibió a 170 niños, niñas o adolescentes víctimas de violencia familiar, así lo confirmó Cristel Yunuén Pozas Serrano, Procuradora de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes del Sistema Estatal DIF.
Y son las agresiones físicas, sicológicas y sexuales, las que mayormente se reportaron, en el periodo de marzo a julio, esto significa un 10 por ciento más en comparación con el mismo periodo del año 2019.
Entre los menores afectados, prevalece la edad y de siete a 14 años; de acuerdo con la funcionaria, esta cifra podría ser mayor, pues será hasta que los menores regresen a la escuela cuando se tengan datos más certeros.
Es la pobreza, el desempleo y las crisis emocionales las que generan este tipo de agresiones hacia los menores de edad.
Mismas que muchas veces son reportadas por familiares o vecinos, y al enterarse del hecho, el DIFEM acude a los hogares para verificar las condiciones del niño, y determinan si pueden ayudar a la familia con la crianza o bien iniciar una carpeta de investigación.
