La recaptura del líder del cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, alias «El Chapo» y quien hace ocho años se fugó del penal de Puente Grande, Jalisco, es prioritaria para las autoridades de México y Estados Unidos.
Informes de las autoridades federales señalan que este capo, que actualmente tiene 51 años, se hace acompañar por personas con dos perfiles: expertos en el manejo de armas de alto poder y especialistas en logística de huidas para colocar «muros» de protección en vehículos y equipos de comunicación.
Reportes de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) indican que antes y después de evadirse, Guzmán Loera fue apoyado por Juan José Esparragoza, alias «El Azul», y por Ismael «El Mayo» Zambada.
Desde su fuga se ha dedicado a recomponer sus alianzas y a recuperar lo que considera sus territorios, con lo cual comenzó una nueva y más violenta etapa de ejecuciones entre los cárteles de la droga en México.