Esté de moda o no pero el lenguaje inclusivo hizo efecto en la legislatura federal. Ya existe una iniciativa para que se llame Cámara de Diputadas y Diputados. Quien presentó la propuesta, Laura Rojas, diputada federal de Atizapán de Zargoza, señala que “Lo que no se nombra no existe y es momento de nombrar esta nueva realidad paritaria”.
Habrá a quien le parezca un exceso o irrisorio su idea sobre todo cuando hay cosas más urgentes por tratar entre legisladores como lo es propiamente, aquello que subyace al lenguaje en cuanto a sexos como la violencia física, el machismo y los roles históricos asignados a hombres y mujeres. Pero, en esto días, se piensa y plantea hablar de genéricos: en lugar de “los hombres”, “el ser humano”; “los médicos”, “el personal médico”; “los profesores” por “profesorado”, etcétera. Asimismo, de “todes” cuando quieras decir “todos”. Incluso ya existen manuales y se dan cursos sobre lenguaje incluyente. Por algo se dice que casa persona tiene sus propias ideas, sus propias preferencias y sus propias manías.
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