A tres años de la gestión del gobernador Alfredo Del Mazo, el mandatario mexiquense tiene importantes retos en materia de seguridad, debido a la ola de violencia que se vive, así lo consideró Marco Aurelio Cienfuegos, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Agregó que la pandemia por el COVID-19 ocasionó que las metas planteadas por la administración estatal en materia social y de seguridad se vuelvan complicadas de alcanzar. La vida política, agregó, dio un giro importante.
Dijo que los planes han tenido que ser replanteados y, lo que se requiere hoy más que nunca, es de liderazgos fuertes que puedan atender las necesidades de la entidad mexiquense.
Puntualizó que el estado de México vive una ola de violencia y de inseguridad importante, donde si bien es cierto que se han implementado acciones significativas, no han sido suficientes para abatirla.
El también exdirector de la Facultad de Ciencias Políticas de la universidad estatal refirió que durante los primeros cinco meses de 2020, el número de víctimas en relación a los homicidios que presenta el Estado de México y de feminicidios incrementó, pues de acuerdo con los datos que ofrece el Ejecutivo Nacional de Seguridad, es una de las primeras entidades que tiene cifras alarmantes.
Calificó de positiva la iniciativa para la creación de la Secretaría de la Mujer lo cual ayudará para que se destinen mayores recursos a estos temas, mientras que en materia de desarrollo social, señaló, los programas han tratado de reducir la pobreza de la entidad.
El reto para los siguientes tres años será de contención, pero también de recuperar lo empleos que se perdieron con la pandemia, consideró.
Sobre las modificaciones que ha propuesto Morena en el Congreso local para que el ejecutivo rinda de manera presencial su informe, estimó que con seguridad será aprobada, pues se advierte como un ejercicio republicano, en la que se debería establecer algún formato físico y no se convierta en un acto protagonista. Añadió que su posible aprobación debería contener un esquema de dialogo abierto con las distintas postura de los fracciones parlamentarias.
