En este inicio de año la afluencia de picnorantes a las casas de empeño aumenta hasta 70 por ciento con relación a otra temporada del año, consecuencia de la llamada «Cuesta de Enero», que durante este año se agravó consecuencia de la pandemia por COVID-19.
Desde muy temprano la afluencia de personas que llegan a empeñar sus bienes es larga; entre los productos que dejan se encuentran celulares, pantallas planas, tabletas, bicicletas, joyería y utensilios de comida.
Artículos por los cuáles les llegan a ofrecer de 500 a dos mil pesos. De acuerdo con encargados de tiendas de empeño, al menos cuatro de cada 10 picnorantes no regresa por sus bienes, los deja perder al no poder pagar el adeudo.
Entre las cosas que más dejan se encuentran: celulares y utensilios de comida.