En este momento, los gobiernos estatal y federal deben de pensar en implementar políticas de apoyo a las familias que han perdido su empleo y que llevan meses en esta situación, pero también a las empresas. Sin embargo, esto deberán estar enfocado únicamente al sector formal, por lo que el gobierno federal deberá recurrir al endeudamiento.
Pablo Mejía Reyes, coordinador de Centro de Investigación de Ciencias Económicas de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma del Estado de México, comentó que en México el gobierno federal se ha negado sistemáticamente a endeudarse porque esta condición conlleva condicionamientos, pues aunque el Fondo Monetario Internacional financia a los gobiernos, siempre pone condiciones a las que la actual administración no ha querido someterse debido a que a mediano plazo pudieran significar una traba al crecimiento económico.
Comentó que durante los primeros meses del primer confinamiento hubo muchas señales de alarma y una exigencia del sector privado de subsidio a las empresas y al empleo, lo cual parecía un tanto exagerado debido al margen de maniobra del gobierno federal. Explicó que, en el país, el espacio fiscal es muy reducido porque el sector informal es muy grande y por ende la recaudación de impuestos es muy baja.
Detalló que México recauda el 15 por ciento del Producto Interno Bruto, situación desfavorable pues en otros países es del 25 por ciento, incluso llega al 30 or ciento, donde se tiene mayor capacidad de subsidiar a empresas y familias. Comentó que el gobierno federal tiene un margen de endeudamiento del 7 por ciento, con lo cual sería difícil tratar de rescatar a todos los sectores.
El investigador consideró que en este momento los gobiernos tienen que implementar políticas de apoyo más significativo, de forma tal que más gente pueda quedarse en casa, porque la situación no está controlada, además las empresas formales a las que se les ha obligado a cerrar atraviesan por situaciones muy difíciles.
Ejemplificó los casos de empresas que con la prolongación del cierre de actividades han despedido a sus trabajadores de forma definitiva, otras que hicieron un esfuerzo por mantenerlos, pero al final los liquidaron conforme a la ley y han perdido sus activos, por lo que son estas, en su mayoría micro y medianas, las que requieren de mayor apoyo.
Hay un dilema, destacó, casi moral, en el sentido de que no se puede rescatar a sectores que no contribuyen a la sociedad, ni pagan impuestos. Es justo que se rescate a las personas que han sido despedidas de empleos formales o empresas que se mueven en este sector, esto, agregó, al margen de las elecciones que habrá.
Recomendó que tales medidas deberán darse en coordinación del gobierno federal y estatal para que no haya duplicidad de apoyos y también se dé un control estricto de los recursos para que éste llegue a las familias que lo necesitan.