Regresó el presidente de la república a la escena nacional y por si alguien más lo esperó con anuncios importantes y nuevos bríos, de eso no hubo nada.
Los puntos que se destacaron los medios y reporteros de la conferencia de prensa es que el mandatario no usará cubrebocas y que muy posiblemente no se vacune pues ya le dio la enfermedad.
Qué ingenuidad la de quienes pensamos que estos 15 días pudieron servir para un replanteamiento de los mensajes y de las acciones del gobierno de la república como en empatía y solidaridad con los enfermos y sus familias y en el apoyo ilimitado al sector salud para que continúe sus labores, además de una justificación técnica y eventual calendarización de aplicación de la nueva vacuna.
Por el contrario, lo que hubo fue más de lo mismo o en lo que nos quedamos desde el año pasado, que el jefe del Ejecutivo federal se resiste a usar tapabocas. Ni qué agregar. Cuando no hay compromiso, no hay profundidad.
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