Las mujeres continúan como el sector social que más sufre acoso, agresiones verbales, físicas, psicológicas o sexuales en ámbitos que van desde las redes sociales, hasta el ballet, la academia, las corporaciones policiacas o la política, indicó Graciela Vélez Bautista.
Al presentar el libro “Violencia de Género, Escenarios y Quehaceres Pendientes”, destacó que a pesar de los esfuerzos gubernamentales, aún falta mucho para dar una atención integral a quienes padecen segregación por el hecho de ser mujeres, por ello la academia juega un papel fundamental para visibilizar ése fenómeno y aportar información que lleve a la construcción de políticas públicas para su combate. En compañía de la Consejera Ciudadana de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, Luz María Jaimes Legorreta y la secretaria General del organismo, Rosario Mejía Ayala, la coordinadora de la publicación destacó que disminuir la violencia requiere de la investigación multidisciplinaria.
Por su parte, la académica de la UAEMEX Martha Patricia Zarza Delgado, detalló que el aumento de las mujeres en la matrícula universitaria, ha provocado que la violencia de género, lejos de desaparecer se haya invisibilizado, bajo las formas en que se ejerce la autoridad y creencias sobre inferioridad intelectual, bromas y descalificaciones, donde falsamente se cree que las víctimas provocan a los agresores por su forma de vestir o que el hombre acosa debido a que no puede controlar su sexualidad.
Agregó que los hombres que deciden participar en actividades que por lo general se relacionan con las mujeres como el ballet clásico, también sufren de acoso por los estereotipos culturales sobre su corporalidad, por tanto resulta necesario reconstruir los mandatos culturales y aceptar la presencia de nuevas masculinidades que además, quizá no serán aplicadas sólo a ese ámbito.
En tanto, Carolina Serrano Barquín, investigadora de la Facultad de Ciencias de la Conducta, manifestó que el acoso cibernético, es una realidad entre estudiantes universitarios, en donde se dan toda clase de agresiones, amenazas de muerte e incluso suicidios, ante lo cual, se trabaja en un diagnóstico cualitativo y cuantitativo que permita prevenir y erradicar esa práctica, para el que se requiere mucha información y concientización de que en la red se puede convivir con un mínimo de educación, amabilidad y tolerancia.
Cabe señalar que la obra aborda de igual manera otras facetas de la violencia de género, como la doble discriminación que sufren los indocumentados homosexuales que llegan a Estados Unidos, el rol de la mujer en la política y la necesidad de adecuar el marco normativo nacional para hacer exigibles los derechos humanos, con igualdad en valor y dignidad para todas las personas.
