Las cifras de contagio y muertes por COVID-19 en el estado de México continúan a la baja desde hace dos semanas lo cual ha ocasionado que el gobierno de la entidad cambiara de naranja a amarillo el color del semáforo epidemiológico.
Sin embargo, esto dista de que relajemos las medidas de contención de la enfermedad, en especial el uso del cubrebocas y el lavado constante de manos.
Hasta ahora el contraataque a la pandemia ha sido vacunando a más personas aunque los tiempos de llegada de la vacunas a México han sido diferidos y la estrategia de vacunación con desaciertos. Esta realidad debe impulsarnos a que continuemos también con la sana distancia y procurando la no asistencia a lugares concurridos y sin suficiente circulación del aire.
La pandemia del nuevo coronavirus no ha terminado y el riesgo de contagio y muerte está latente. Sigamos cuidándonos. El virus sigue aquí.
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