Desde el inicio de la pandemia el manejo de residuos biológicos infecciosos a nivel estatal tuvo un incremento del 30% para las empresas que se encargan de hacer la adecuada disposición de los mismos.
Susana Libién Díaz, directora general de manejo integral de residuos de la Secretaría del Medio Ambiente refirió que esto llevó a que las empresas tuvieran que ampliar su capacidad y capacitación para hacer el manejo de estos, con el fin de que no se convertirán en un foco de infección tanto para trabajadores del manejo de residuos como para las propias familias que convivieron con una persona infectada por COVID 19.
Aseguró que el estado de México fue la primera entidad a nivel nacional en establecer la “Norma especial para residuos COVID” con lo cual se garantizó el manejo responsable de este tipo de desechos desde los municipios.
“Comentaron las empresas que manejaban los residuos peligrosos, el RPBI, cómo se denomina, que esta parte aumento en un 30% en residuos y efectivamente muchas empresas que no tenían la capacidad tuvieron que crearla.”
De tal suerte que al menos se clausuraron dos empresas de manejo de residuos peligrosos por no contar con las disposiciones oficiales y el manejo adecuado del mismo.
En general el incremento durante los primeros meses de manejo de residuos se incrementó en un 5% por este tipo de desechos que tienen que ver con medicamentos, jeringas, material quirúrgico, y en general uso de cubrebocas, guantes y batas protectoras, sin embargo esta situación se ha estabilizado ya que también se dejó de consumir otro tipo de desechos principalmente en oficinas y centros de trabajo.
Al momento el 85% de los residuos sólidos urbanos que se generan en el estado de México ya no se desechan en tiraderos a cielo abierto, por lo que dijo, se ha avanzado de manera sustancial en lo que tiene que ver con el manejo responsable de los mismos evitando que se conviertan en focos de infección de la tierra y el agua.
