Ciclovía de Isidro Fabela, prácticamente inexistente por invasión vehicular y nulo mantenimiento

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La invasión de automovilistas y del  transporte público, así como la colocación de publicidad de negocios, autos estacionados, entre otras situaciones, hacen prácticamente inexistente la adecuación de la ciclovía de Isidro Fabela, en la capital mexiquense.

En la zona se pueden observar a  varios usuarios de la bicicleta, un alto porcentaje de estos utilizan las banquetas  peatonales para librar la elevada cantidad de vehículos estacionados en el carril de la ciclopista (Foto: Ana Hernández).

Además, la falta de pintura de la  línea que confina este espacio propician que  prácticamente sea nula su visibilidad.

Durante un recorrido por la zona se pudo observar que  las lineas en color blanco que delimitan el espacio y que hasta hace unos meses podían observarse, han desaparecido por la falta de mantenimiento.

Y si bien, en la zona se pueden observar a  varios usuarios de la bicicleta, un alto porcentaje de estos utilizan las banquetas  peatonales para librar la elevada cantidad de vehículos estacionados en el carril de la ciclopista.

Asimismo, y al consultar con uno de los elementos de tránsito y vialidad de esa área de la ciudad de Toluca comentó que la ciclovía de Isidro Fabela no tuvo la funcionalidad esperada pues fueron los comerciantes de la zona quienes siempre se opusieron a su operación por la supuesta afectación por recibir a sus clientes.

Además, mencionó que desde la pasada administración municipal no se dio facultades  para sancionar a quienes invadieran el espacio y a la fecha, tampoco hay una disposición que castigue a las personas que lo hacen.

En tanto, al consultar con comerciantes establecidos de la zona insisten en que la operatividad de la ciclopista deja sin espacio a sus clientes.

Por su parte, algunos ciclistas que de forma  regular circulan por Isidro Fabela se quejaron del poco interés de las autoridades locales por dar seguridad a los usuarios de la bicicleta en esa zona de la ciudad y del poco respeto de automovilistas particulares y del transporte público.  

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