En abril de 2021 una profesora de preparatoria de la UAEM sufrió agresiones por parte de su pareja, identificado como Octavio “N”, mientras impartía clase a través de la plataforma zoom.
Mediante un proceso de justicua altermativa, una jueza de Control del Poder Judicial del Estado de México, del Distrito de Toluca, aprobó la suspensión condicional del proceso contra Octavio “N” por el delito de violencia familiar.
A solicitud de las partes, de optar por un mecanismo alterno de solución de controversias, la jueza de Control del Poder Judicial del Estado de México le impuso a Octavio “N” una serie de condiciones por tres años, que lo obligan a “residir en un domicilio, especificado en la sentencia; no acercarse al domicilio laboral y al particular de la víctima.
Absteniéndose de comunicarse en cualquiera de las formas con ella; abstenerse de consumir bebidas alcohólicas y someterse a tratamiento con una asociación civil, especificada en la sentencia, acreditando dicha condición de manera mensual; someterse a tratamiento psicológico en un centro, especificado en la sentencia; tener un trabajo lícito, como abogado litigante en un despacho, especificado en la sentencia; someterse a vigilancia judicial, mensualmente”.
También lo obligó a “comparecer ante el Centro Estatal de Medidas Cautelares los primeros cinco días hábiles de cada mes; prestar Servicio Social en favor del estado o institución de asistencia pública”, así como ofrecer una disculpa pública a la víctima —la que se realizó ya, en la reciente audiencia— y la fijó la prohibición de salir del estado de México sin autorización judicial previa.
Estas condiciones tendrán una vigencia de tres años, que una vez cumplidos podrá dictarse el sobreseimiento de la causa.
Con la resolución del conflicto mediante la justicia restaurativa, por acuerdo de las partes, la medida de prisión preventiva para Octavio “N”, queda sin efecto.
