Ayer salió a la luz uno de esos datos que muchos no quisiéramos oír pero que es real. El Instituto de Estadística y Geografía dio a conocer que en 2020 aumentó la participación de las mujeres en el narcomenudeo. Esto es, las mujeres fueron empleadas más por narcotraficantes en la condición de “mulas” para transportar y vender drogas.
También sobresale del estudio que entre la década de 2010 y 2020 el porcentaje de delitos relacionados con drogas de mujeres que ingresaron a centros penitenciarios aumentó de 13 a 26 por ciento. Es decir, el doble.
En cuanto el consumo de sustancias al interior de los centros penitenciarios, en 2021 se identificó que cuatro de cada 10 personas que se encontraban en reclusión consumieron tabaco y una de cada 10 consumió mariguana. El consumo de casi todas las sustancias fue menor en mujeres que en hombres, siendo el tabaco la sustancia más usada por varones 39.7% y mujeres con 38.2%.
El narcotráfico es uno de los temas de los que poco se quiere hablar por el riesgo que representa afectar los intereses de quienes lo practican, pero es necesario advertir a las mujeres que la manera más frecuente de engancharlas es con las promesas de poder, dominio y riqueza. Las drogas no son un camino por recorrer.
