Con el regreso a clases se anunció que habrá para los menores una materia de equidad de género durante su vida estudiantil. Y esto no quiere decir que las mujeres ahora deben sobrepasar a los hombres como piensan algunos sino que se les trate de forma igualitaria y por lo tanto, justa.
Equidad es igualdad y se aplica a que tanto hombres como mujeres tienen acceso a los mismos derechos, beneficios y oportunidades. Pero las cosas no van a funcionar si en nuestros hogares no emprendemos un cambio; empieza por preguntarte cuál es tu idea de hombre y mujer, cómo te refieres a las mujeres y de qué manera las tratas.
Así, un siguiente paso es que enseñes a tus hijos a pensar y hacer cosas que tradicionalmente se le asigna a las mujeres y que también pueden hacer ellos como compartir responsabilidades en el hogar; recordemos que los primeros que influyen en la educación de los hijos y dan el ejemplo son los padres y el entorno inmediato.
Por otro lado, hay que trabajar especialmente con las niñas aquello de que son importantes, capaces e independientes. Darle un giro a la percepción de la mujer hará que dejemos de reproducir estereotipos y machismo. No es fácil cambiar de ideas preconcebidas pero hacer la diferencia está en cada uno.